viernes, 29 de octubre de 2010

Hace viento, del que avisa que algo viene
Hace frío, del que invita a destaparse

Hace tanto...

jueves, 28 de octubre de 2010

...

El amor llamó a mi puerta, vino aquí, a casa, y timbró una vez, dos veces, quizá hasta tres.
Vino por la tarde, cuando supuso yo iba a estar, y no se equivocó, aquí estuve yo ese día.
Dicen algunos que lo vieron como a eso de las 16:00, a la hora acostumbrada de mi siesta.
Timbró dos veces, quizá hasta tres y pensó que yo dormía, y no se equivocó, llegó mientras soñaba con sueños de esos, de él.
Pensó después que me escondía, por historias pasadas con miedos presentes, creyó que viejos amores me impedían abrir.
Y se equivocó, no me escondí y ni siquiera recuerdo porque no hay amores pasados, ni temores presentes.
Timbró tres veces, timbró y se fue.

Yo: en sueños. Él: en mi búsqueda. Mi timbre: descompuesto.
Yo: aquí. Él: se fue. Mi timbre: descompuesto.
Yo: sin él. Mi timbre...

lunes, 25 de octubre de 2010

Hormonas

hormona.
(Del ingl. hormone, y este del gr. ὁρμῶν, part. pres. act. de ὁρμᾶν, excitar, mover).
1. f. Biol. Producto de secreción de ciertas glándulas que, transportado por el sistema circulatorio, excita, inhibe o regula la actividad de otros órganos o sistemas de órganos.

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Excitan, inhiben o ¿regulan?
Así de sencillita para la rae es la definición de algo que en mí está causando los peores estragos... de seguro quien la escribió no lo hizo mientras millones de esas cositas le rondaban el cerebrote; exitan e inhiben, pero ¿regulan? ¡ja!.
Ocho letras me obstruyen.
¡Las odio! y eso que yo por lo regular no odio, es más, nunca había odiado pero ellas mismas desataron en mí ese sentimiento tan apestoso y otros quinientos mil más a un mismo tiempo: hor-mo-nas.
Tres, ¡tres sílabas! tres pueden más que todo mi cuerpecito, corazón y razón.
¡Déjenme ya pasaaaar, estúpidas!
¡Es-tú-pi-das hor-mo-nas! Siete sílabas.

sábado, 23 de octubre de 2010

Ellas, para mí, son el ombligo del mundo.
Ellas están en mi ombligo, detrás de.
¿Mi panza es el mundo?

lunes, 18 de octubre de 2010

Prestado, de para otros

Me robo tu inspiración porque la mia la dejé guardada y no puedo recordar dónde. Hasta creo haberla perdido, de no ser por el recuerdo de colgarla en ganchos, diría que la metí a ese cajón de triques e ideales que eché en la mudanza del olvido.
Pero, qué más da si lo que dices es lo que siento, si mis letras juegan a ser de otros, si yo juego a sentir ajeno y a ser alguien que no fui ni seré.
Por hoy préstame tus letras, deja que este poema tuyo sea mio, y para redituar, mañana prometo hacer poemas mios, mios para que sean de otros.

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Como árboles / Mario Benedetti

Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser
míos

después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
si no por una vida al menos por un rato
o por un parpadeo

en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza

hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometi
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas

hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse

hay fantasmas de carne otros de hueso
también hay los de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
a vivir
a gozar
a morirse
pero además está lo qe advertí de lejos

yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo tambén destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores

asi pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos

esos otros están
aqui

sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas

están aqui
rodeándome
juzgandome
con las pobres palabras que les di

hombres que miran tierra y cielo
a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di

son otros que están fuera de mi reino
claro
pero además
estoy en ellos

a veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando

de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto
y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me alegro de su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría

quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.

miércoles, 13 de octubre de 2010

¿Y qué pasará con los mineros rescatados en Chile?

(Advertencia: el contenido de este post es ridículo, favor de abstenerse si su sentido del humor es malo o nulo)

Yo tengo mis apuestas, como son 33 pues habrá muchas historias que contar y por lo pronto ya imaginé la de por lo menos dos mineros a los que bauticé para mi relato como Anselmo y Roberto.

Roberto, quien será de los últimos mineros en ser rescatado y por lo tanto vivirá los momentos más críticos y tensionantes, a su salida escribirá un libro al que titulará "¿Cómo salir del hoyo?. Mi experiencia de vida". Ya con el título figúrese usted el corte superacional del libro, que se convertirá en uno de los más vendidos en América Latina para el 2011 y a lo mejor hasta traducciones le hacen.

Anselmo, hombre simpático y bien parecido, tendrá que afrontar la realidad: sus dos mujeres descubrirán, tras el rescate, que no son la única, por lo que el minero se verá envuelto en un drama telenovelesco que sus amores exhibirán, a los pocos días de la presentación del libro de Roberto, en la pantalla chica a través de la Señorita Laura (ya sé que ella es peruana pues, y que ya ni programa tiene -¿o sí?- pero échele imaginación).

A continuación un fragmento de los diálogos de la transmisión:
Señorita Laura - ¡Queee pase desgraciado, minero sobreviviente bígamooo!
Anselmo - (callado, con cara de susto)
Señorita Laura - (molesta)Uste' señor, si es que se le puede llamar señor, sobrevivió a un derrumbe pero derrumbó los sentimientos de estas dos mujeres, ¡entregadas mujeres!
Mujer 1 - (voz entrecortada) Yo lo amaba señorita Laura y si sobrevivió, si está afuera, es por mis plegarias a Sanchilenito de Atocha
Mujer 1 - (indignada) No Señorita, que ésta no me salga con que es por ella, ¡si yo hasta veladoras prendí! Él está aquí gracias a mí.
Mujer 2 - (enojada) Pues ésta, ésta es su dueña.
Mujer 1 - (amenazante) Eso que lo decida Anselmo.
Anselmo - (con la cola entre las patas pero con una soltura impresionante al hablar gracias a las clases de oratoria recibidas en la mina) Señorita Laura, es que yo ya no amo a ninguna de ellas. Lo que pasa Señorita es que estando allá abajo, en la mina, tantos días, tanto pensar... Allá abajo me dí cuenta que no las amo, allá abajo me encontré y encontré el verdadero amor. Sí Señorita Laura, y el amor se llama Roberto.

"¿Cómo salir del hoyo... mina o clóset?" De seguro a Emilio le daría asquito.

lunes, 11 de octubre de 2010

Pistear, según el diccionario

pistear.
1. tr. El Salv. Pagar dinero a alguien a cambio de un favor o un servicio.
2. tr. Hond. Dicho de una persona: Ganar dinero. U. t. c. prnl.

¡Pero no se desanimen! ¡Vamos México! Incorporemos el:
3. col. Mex. Ingerir bebidas alcohólicas para celebrar a alguien o algo, y para trastornarse los sentidos.

Que al cabo ya vamos aventajados, verbo es y conjugado está.

jueves, 7 de octubre de 2010

¡Ñam! ¡Yiuk!

Tengo hábitos desagradables que no puedo corregir y ni siquiera puedo describir, pero trataré (de corregir no, de describir sí).
-Morder y babear las plumas, lapices y lapiceras... y todo lo que tenga en mi mano, hasta los boletitos del camión o la mano misma (lo explicaré más adelante).
-Revolver mi comida para formar una masa asquerosa pero deliciosa; esto es, hacer un desastre en el plato, separar ingredientes, volverlos a integrar (por cierto, me dan ganas de matar a quienes meten mano pensando que el ingrediente separado es por discriminación, grrrrr). Usar las manos para las ensaladas y los cubiertos para las hamburguesas.
-Chuparme el dedo gordo de la mano izquierda (creo que es la izquierda) mientras estoy atenta al monitor o cuaderno, pensando y tratando de escribir, o leyendo con suma concentración.
-Agarrarme los pies si traigo zapatos abiertos (ajá, y después me chupo el dedo gordo).
-Tocarme la axila para ver si está sudada (este hábito es de los peores, junto con el siguiente).
-Olerme la axila (según yo discretamente) para verificar que no huela a sudor. En caso de que sí huela la rehuelo para comprobar que tan intenso es el olor. En caso de que el olor sea intenso la re-rehuelo para poner cara de fuchi (fuchi sí está en el diccionario, yo pensaría que no).
-Limpiarme la baba de la cara (recién despierto obvio, ni que babeara todo el día) en la almohada.
-Picarme la nariz (no se hagan, todo mundo lo disfruta).
-Aspirar profundamente el olor a popó de vaca.
-Etcétera. <- punto final

lunes, 4 de octubre de 2010

Sobre todo, nada.

Sobre el delirio, que me atrapa; sobre los retos, que persigo; sobre ti, que te pienso; sobre la espera, que me pausa; sobre la pared, de la que quité los cuadros; sobre el placer, que me ronda; sobre el aire, que me envuelve; sobre las texturas, de las que huyo; sobre mi mascota, hay pulgas; sobre puntos y comas, que utilizo; sobre la luz de mi cuarto, que se apaga; sobre el deseo, que se enciende; sobre las palabras, que no dices; sobre lo que callas, mientras gritas; sobre los pasos, de los ausentes; sobre mi cama, mi ropa; sobre los sueños, que quiero soñar; sobre los enlaces, que se rompen; sobre las ataduras, que nos atan: nada.

domingo, 3 de octubre de 2010

Teclado sin acentos

Mi teclado no tiene acentos y asi no es alentador escribir. Me duele la ortografia.